El hotel
Cuando entré en aquel hotel, estaba feliz, unas vacaciones después de dos años. Me dieron en recepción la llame de mi habitación, la 215, y subí con mi mochila. Me di una ducha y colgué la poca ropa que me había llevado y salí contenta a dar una vuelta por la ciudad pero... Empecé a recorrer aquellos pasillos y no encontraba ni el ascensor, ni las escaleras, por más vueltas que daba solo encontraba pasillos y más pasillos con puertas a ambos lados. De eso han pasado ya cinco años...
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